La piel es el órgano de mayor superficie cuya principal función es la protección. También presenta función térmica, evita la perdida de agua, nos protege frente a radiaciones, infecciones, etcétera. Además, la piel determina la estructura de los anejos cutáneos como el pelo, las uñas y las glándulas sudoríparas y sebáceas.
En el pie son numerosas las afecciones dermatológicas y ungueales que se pueden encontrar. Las técnicas quiropodológicas aportan al podólogo una herramienta fundamental para el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades.